Tras fracasar en un primer intento de detener en alta mar las arrolladoras huestes de Cronos, nuestro protagonista y los olímpicos se esfuerzan por mantener a raya la furia desatada del monstruo Tifón. Y cuando Cronos ordena el avance definitivo hacia Nueva York, donde el monte sagrado, en lo alto del Empire State, se encuentra prácticamente indefenso, pararle los pies al implacable Señor del Tiempo dependerá exclusivamente de él y su pequeño ejército de jóvenes semidioses.
En esta entrega final de la serie, la profecía largamente anunciada en torno al decimosexto cumpleaños de nuestro amigo se hace por fin realidad. Y mientras en las calles de Manhattan se libra una despiadada batalla por la civilización occidental, él abriga la terrible sospecha de estar luchando contra su propio destino.