Posteriormente, en el año 591, el Papa Gregorio I Magno, decidió que las mujeres que hasta entonces gozaban de una excelente reputación como oficiantes en la iglesia, ?ya que realizaban los mismos rituales cristianos que los hombres? a partir de entonces, ya no podrían mantener ese mismo estatus y por consiguiente, la figura de María Magdalena, la llamada «Apóstol de los apóstoles», ya no podría seguir ostentando la dignidad que le correspondía por derecho propio, por lo que llevó a cabo una campaña de desprestigio y manipulación contra dicho personaje, que la llevaría a ser sentenciada como la «Pecadora de todos los vicios», y a la que después, utilizaría como ejemplo de arrepentimiento y penitencia.
Este hecho, al que la Iglesia catalogaría como un «simple error de interpretación» por parte del Papa Gregorio I, al entender éste que los tres personajes que aparecían en los evangelios de Lucas, Marcos y Juan, hacían referencia a la misma persona y por tanto, ésta sería identificada con María Magdalena, iba a marcar un antes y un después en la historia cristiana, ya que el papel de la mujer se vería rebajado hasta los niveles más ínfimos, donde la mujer ya no tenía los mismos derechos que el hombre, por el sólo hecho de ser mujer.
La mujer, ya no podría volver a oficiar los rituales eclesiásticos que hasta entonces había venido realizando y todo ello, apoyado en la creencia de que la mujer era objeto de pecado. Un pecado inexistente, inventado por un Papa que no tuvo remilgos en pronunciarlo en sus homilías y permitir que se extendiese como un reguero de
pólvora por todo el Imperio.
Las herejías que se fueron produciendo desde los primeros años del cristianismo hasta nuestros días, se debieron en parte a la manipulación, la mentira y la total carencia de tolerancia, lo que llevaría a enfrentamientos que acabarían incluso con la muerte de cientos de miles de inocentes, ya fuese a través de las famosas cruzadas o más tarde, de la Santa Inquisición.
Fue de esta manera que la historia cristiana se presentaría como una partida de ajedrez. Una partida en la que se iban a enfrentar la Verdad contra la mentira, la manipulación y la Inquisición. Una partida que, como veremos, fue ganada por la Verdad, a pesar de que la manipulación y la intolerancia, nunca han querido reconocerlo.
Ahora ha llegado el momento de conocer el desarrollo de esta singular partida, a través de este libro.