El Tribunal de la justa venganza es un curioso ataque contra la obra y la persona de don Francisco de Quevedo. Luis Pacheco de Narváez aprovechó una sátira de Quevedo contra Juan Pérez de Montalbán para condenar una serie de obras quevedianas: El Buscón, la Política de Dios y Los Sueños. La obra está estructurada como un juicio en el que el fiscal y los jueces condenan los libros de Quevedo como heréticos y de mal gusto, y sentencian a su autor al Infierno al lado de su maestro Satanás. Texto interesante como muestra de las polémicas literarias que tuvieron lugar en el Parnaso español del siglo XVII.