Inmersos en el proceso de integración europea, estamos llamados a vivir en un sistema multinivel de protección de los derechos fundamentales en el que el Tribunal de Justicia (TJ) juega un papel esencial como garante de los mismos.
En este trabajo estudiamos precisamente una evolución jurisprudencial que ha llevado al TJ desde la constitucionalización del Derecho comunitario, pasando por el "diálogo" con los Tribunales constitucionales, hasta la asunción de la tutela de los derechos fundamentales como principios generales del Derecho comunitario, hoy ya Derecho de la Unión Europea.
Esta función de garante de los derechos fundamentales tiene rasgos constitucionales que se manifiestan de forma muy particular en la tutela de los derechos frente a las obligaciones internacionales y el Derecho internacional (Kadi, 2008); así como también y especialmente, a la hora de resolver los conflictos entre derechos fundamentales y libertades económicas (Schmidberger, 2003; Omega, 2004; Viking, 2007; Laval, 2007; Sayn Wittgestein, 2010); que nos permiten atrevernos a concluir que el TJ esta asumiendo progresivamente un rol de tribunal constitucional cada vez más significativo.
Estamos en plena construcción de un sistema de protección de derechos fundamentales en la Unión Europea en el que el TJ deberá basarse en el principio de no regresión, y en la búsqueda del criterio del mayor nivel o estándar de protección de los derechos fundamentales, teniendo en consideración la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea, las tradiciones constitucionales de los Estados miembros, y el Convenio Europeo de Derechos Humanos, con el horizonte de la adhesión al mismo cada vez más cerca.