Argumento de El Tribunal de Cuentas a lo Largo del Siglo Xx
El Tribunal de Cuentas, que la Constitución configura en su art. 136, con siete siglos de edad y un origen genuinamente democrático, es sin embargo un desconocido y no sólo para el ciudadano común. La perspectiva histórica es un modo de profundizar en su conocimiento y ayudar a comprender su importancia. Aquí y ahora es enfocado ofreciendo una secuencia dinámica, en un tiempo muy cercano del que todavía no hemos terminado de salir.
El libro se abre en una etapa inestable con un protagonista polémico, Alfonso XIII, el rey que lo fue desde el vientre de su madre. Regeneracionista y des-venturado por la tragedia genética de la hemofilia, víctima de un telegrama que nunca existió y de un golpe de Estado que saludaron con esperanza las mentes más lúcidas, y testigo del asesinato de tres presidentes del Gobierno, durante su reinado desde la belle époque a los locos años veinte le acompañarán Maura, Canalejas y Dato. En la década siguiente, conviven Babbity muchos negros de alma blanca a la luz de las flamígeras cruces del Ku-Klux-Klan. Rubias muchachas con la falda por la rodilla y medias de seda, melena corta y largos collares centelleantes, andan con gracia junto a hombres de cara marcada y sombrero flexible de ala ancha, híbridos de condottiero y cowboy. La radio de galena deja oír el ritmo del «charlestón» y la percusión del jazz-band se mezcla con el escape de los últimos Ford T. Pero bajo esta superficie alegre y confiada hay latente una generalizada mentalidad agresiva, incubada en una auténtica filosofía de la violencia.
Una generación alocada e inconsciente pagará trágicamente su despreocupada alegría con la depresión económica, los campos de concentración y las trincheras. En 1923 llegan a Italia el fascismo como reacción contra el comunismo y a España la Dictadura del general Primo de Rivera, que crea el Tribunal Supremo de la Hacienda Pública. Su caída dará paso en 1931 a la República, que restaura el de Cuentas cuyo Reglamento de 1935 estuvo vigente hasta 1988. La sombra ominosa del III Reich bajo la esvástica nazi presagia la tragedia.0