Argumento de El Trabajo del Cuero en la Castilla Medieval: las Curtidurías de Zamora
El curtido de las pieles fue una necesidad básica para el hombre desde sus orígenes que, con el paso del tiempo, se convirtió también en una actividad profesional perfectamente reglada. En la Edad Media, en prácticamente todas las ciudades existían tenerías donde los pellejeros, curtidores y zurradores transformaban las pieles animales en cueros, que más tarde otros artesanos (zapateros, boteros, guarnicioneros, etc.) empleaban para elaborar múltiples y variadas manufacturas, básicas todas ellas para la vida diaria del hombre. En los últimos años, la arqueología castellana y, en particular, la zamorana, ha documentado una nutrida muestra de excepcionales evidencias de estas tenerías, lo que ha motivado la realización de este estudio, que pretende llamar la atención y profundizar en el conocimiento de este tipo de testimonios patrimoniales en sus contextos histórico, social y económico.1