Históricamente, los edificios religiosos han servido como contenedores transmutables de reuniones sociales y de ceremonias radicalmente diferentes. La coronación del reinado de Salomón fue la construcción de ese magnífico templo en Jerusalén, también llamado Templo de Salomón o el primer templo. La masonería lo adoptó como símbolo al ser la estructura más magnífica y estable que alguna vez existió.
Este libro es mucho más que una evaluación de la vida espiritual ligada al Templo de Salomón y a ese gran rey, constituye, además, un análisis riguroso de las relaciones sociales que en aquella época existían en Israel, tanto entre los diferentes grupos sociales como entre las naciones gentiles de su entorno. La obra, bien investigada, impresiona por la amplia gama de fuentes y materiales que se han utilizado en su preparación, en ella se nos habla de quién fue el constructor del templo, de su origen cainita y de las relaciones que tuvieron tanto Salomón como Hiram con la reina de Saba, así como del origen y del significado de la leyenda que lo conecta con lo más esencial de la masonería.