De alguna forma todos hemos buscado alguna vez ?el templo de los sentidos?, esa especie de "status quo" en el que nos instalamos para responder a nuestros instintos más primarios. A lo largo de las páginas de esta novela veremos como su personaje principal, Hugo, se enfrenta a su marchita existencia, una vida que parece escapársele de entre las manos sin apenas darse cuenta. Una mañana despierta dispuesto a dejarse envolver, un día más, por la acostumbrada rutina la cual se ve sobresaltada de peculiar manera por una extraña conversación en el autobús. Este encuentro casual marcará el eje de una historia que se ve sacudida por una extraña relación que lo llevará de cabeza hacia el conocimiento de placeres hasta ahora ocultos para él. Placeres que serán a su vez la puerta de entrada a una sociedad, a un submundo al que muchos pertenecen pero que pocos reconocen.
En El Templo de los Sentidos nos encontramos con una historia intensa, profunda, donde el corazón late despacio, y la lectura nos envuelve de tal manera que deseamos no terminarla nunca. El encuentro fortuito de diversas almas, cada cual descarriada por diversos motivos, pero todas unidas por un nexo, el deseo.