Sufrir es un verbo que conjugamos en todos sus tiempos y modos. Como sustantivo, forma parte integrante de nuestra sustancia. Algo imposible de soslayar, es nuestro compañero inseparable de viaje, siempre molesto, terco e implacable. En los momentos amargos, en las horas de tiniebla, en las negras noches, en los momentos de encrucijada, este libro abre resquicios de luz, de calma, de paz y esperanza. FEDERICO ELORRIAGA es un jesuita versado y curtido en terrenos de honda espiritualidad. Ha explorado como pocos la problemática misteriosa del hombre buceando en las entretelas humanas, intentando inundarlas de paz, de sosiego, de luz, de esperanza. Plantea preguntas, aclara interrogantes. Para alcanzar sus objetivos, acude como recurso ordinario fundamentalmente al eterno hontanar de la sabiduría, a la Palabra encarnada, viva y eficaz, maestra orientadora de la vida.