Realizó numerosos viajes comerciales por Europa y Asia, viajes que aprovechó para hacer eruditas investigaciones históricas en Italia o Turquía. Sus obligaciones profesionales no le impidieron escribir tres memorables novelas de aventuras y misterio: El Stradivarius perdido (1895), Moonfleet (1898, una novela de aventuras al estilo de La isla del tesoro, que llevó al cine Fritz Lang) y The Nebuly Coat (1903).
El Stradivarius perdido es un clásico de la ghost story victoriana emparentado por su penetración psicológica con Otra vuelta de tuerca. John Maltravers, un estudiante de Oxford de 1840 aficionado a la música, experimenta, cada vez que interpreta una Gagliarda del siglo XVII italiano, la sensación de una presencia invisible, que un día se manifiesta como el espectro de un hombre ataviado a la usanza del siglo XVIII, para desvanecerse a continuación contra un muro. Meses después aparece en un hueco del muro un violín antiguo con dos sellos: en uno se menciona al constructor del violín, Antonio Stradivarius, y una fecha, 1704, y en el otro puede leerse «Porphyrus philosophus»...