La actualidad del Socialismo como ideología o doctrina política es evidente. Sobre todo en el s. XX pero incluso todavía en el s. XXI. Pensemos que la Internacional Socialista no se ha disuelto. Sigue siendo la organización que aglutina a todos los partidos que se declaran socialistas en el mundo. No obstante es evidente el confusionismo reinante. Mientras unos hacen rotunda distinción entre Socialismo marxista, Socialismo democrático y Socialdemocracia, otros afirman rotundamente que no existe Socialismo fuera del marxismo. Después de la II Guerra Mundial, con la Unión Soviética dentro de los grandes vencedores, la poderosa maquinaria de la propaganda soviética, hizo creer urbi et orbi (intelectuales incluidos) que el verdadero Socialismo; los auténticos representantes del pensamiento de Karl Marx, era el denominado marxismo-leninismo, en tanto que el Socialismo de los países occidentales era un Socialismo rosa o moderado, conocido como Social-Democracia. Es uno de los mitos fabricados por la poderosa propaganda soviética. (*) Aunque en la URSS siempre se reconoció que el intérprete indiscutible de Karl Marx fue Friedrich Engels, se ocultó que sus discípulos predilectos fueron Karl Kautsky y Eduard Bernstein, a quienes nombra albaceas testamentarios suyos (con poderes para revisar, publicar o destruir sus escritos). Kautsky y Bernstein, bajo la dirección de Engels (residente en Inglaterra), ya muerto Marx, son quienes logran imponer en largos y profundos debates en el Congreso de Erfurt de 1891- la doctrina de Marx en el Socialismo alemán. Alemania y Austria con los partidos socialistas más numerosos y mejor organizados de Europa (y los mejores conocedores de la doctrina de Marx y Engels) se imponen en la Internacional Socialista. También se pretende ignorar que Lenin y su partido bolchevique no fueron admitidos en la Internacional Socialista, ante la decidida y razonada opinión de Kautsky y Bernstein, discípulos doctrinarios directos de Marx y Engels. Incluso Kautsky publica en 1918 su libro La dictadura del proletariado (Die Diktatur des Proletariats) y en 1919 su demoledor Terrorismo y comunismo (Terrorismus und Kommunismus). La venganza de Lenin no se hace esperar. Publica su libro: La revolución proletaria y el renegado Kautsky, dedicando igual calificativo a Bernstein, claro está. De ahí que al no poder utilizar el adjetivo de socialista ni el de marxista para su partido bolchevique, lo denomina Partido Comunista y los sucesores de Lenin deben utilizar el truco de bautizar su doctrina como marxista-leninista, i.e. una derivación del Socialismo marxista. Nada que objetar ya, doctrinalmente hablando. Debemos añadir que el nombre del partido socialista alemán fue ya antes de la muerte de Marx y Engels- y sigue siendo (antes y después de Willy Brandt) el de Partido Socialdemocrático de Alemania (SPD: Sozialdemokratische Partei Deutschlands). Para los lectores españoles, añadir que Pablo Iglesias fundador del partido socialista español (PSOE) 1879, cuando en sus escritos se refería a Kautsky, le denominaba el maestro Kautsky. (*) N.B. Igual que supieron divulgar el mito de la Revolución de Octubre de 1917, de donde supuestamente arranca la naciente Unión Soviética conducida por Lenin. Totalmente falso. En Octubre 1917 (Noviembre 1917 según el calendario juliano vigente entonces en Rusia), Lenin y su partido bolchevique son derrotados democráticamente en las urnas. Cuando se celebra en dicbre. 1917 la Asamblea Constituyente en la capital rusa (San Petersburgo) los famosos Decretos o propuestas de Lenin son derrotadas una tras otra. Cuando al día siguiente intenta reanudarse la sesión, la guardia letona de Lenin impide la entrada de los diputados. Lenin se hace con el poder. Luego se desencadena la cruenta guerra civil: marzo1918-dicbre1920. El Ejército Blanco frente al Ejército Rojo, organizado por Trotzky (Bronstein es su nombre real, de origen judío-alemán), mano derecha de Lenin. Asesinato del Zar y toda su familia 17.7.1918 en Ekaterinburg, por orden de Lenin. Todo ello silenciado o falseado en los libros de Historia soviéticos, si bien la famosa película de Hollywood Dr. Zhivago basada en la novela de Boris Pasternak nos sirve de recuerdo y confirmación.