Argumento de El Síndrome de Nietzsche
Aurelio tenía una extraña relación con el amor obsesivo y neurótico de su madre, un amor que había condicionado su vida. Cuando su hermana le informa: «Mamá ha muerto», algo se rompe en el alma de Aurelio. Esas palabras son dolorosas y liberadoras. Esas palabras le trastornan. Sufre una angustiosa crisis, siente que la vida que está viviendo no es su verdadera vida, que en otro lugar, junto a otra mujer y con otros amigos le espera su auténtica existencia. Para llegar hasta allá tiene que dirigirse al Norte, al país de los hielos, tiene que romper con todo lo que le rodea, con su actual identidad y emprender un viaje bárbaro hiperbóreo por las oscuridades de su alma, bordeando el delito y la locura. Emprenderá un viaje, una huida, lleno de furia, endiosado, confiado en su destino, será una peregrinación que le llevará desde Madrid a Biarritz, a París y finalmente a Estocolmo. Ese viaje será también un monólogo interior en el que Aurelio se coloca más allá del Bien y del Mal y se dirá a sí mismo todo lo que nunca se atrevió a decir y hará cosas que nunca pensó que haría. El viaje está lleno de encuentros transformadores: un viejo espía del Mi6 Británico, una hermosa escort Hermione, una americana en París, un dúo lésbico, una noche de lucha libre, la Iglesia luterana de Santa Catalina en Estocolmo, sexo «mature», un grupo feminista armado: «Las perras rabiosas»
todo para llegar a encontrarse consigo mismo
, con todas las consecuencias.1