En un mundo que tiende a la uniformidad y la homogenización, no siempre somos capaces de ver las diferencias con el interés, el respeto y la valoración que debiéramos. Piensa entonces lo valiente que está siendo tu compañero o compañera al salir a compartir en voz alta contigo todas sus peculiaridades, tanto las buenas como aquéllas en las que necesita más ayuda.