Cuando el joven periodista Curro Mencía descubre que van a vender Lux Domini, la casa familiar donde pasó unos veranos rodeado por amigos de infancia, siente cómo un torrente de recuerdos se desencadena dentro de él. Allí, su abuela Uke, una mujer indomable y apasionada, protagonizó una tumultuosa e intensa historia de amor con un aventurero escocés que se marchó a África dejándola embarazada. En los muros de la casona resuenan todavía ecos que Curro, junto a la irresistible Mónica, deberá interpretar para desvelar los secretos, algunos emocionantes, otros terribles, de su propia familia. Con el escudero Delsey, un francés refinado que encaja en África «como un rinoceronte en un palco de ópera», viajará hasta el corazón de Kenia, donde conocerá a singulares e inolvidables personajes, como el reportero Kamaru, el actor Tony Kerak o la siempre sensual Makena. Tras la estela de aquel escocés errante que tocaba el violín hasta el amanecer y le contaba historias de las salvajes llanuras, Curro descubrirá ese lugar donde todo, incluso la felicidad, es posible. Pocas veces una primera novela atrapa con tanto magnetismo. El señor de las llanuras es una historia llena de vida y de luz, una apasionante odisea escrita por un narrador en estado de gracia.