Argumento de El Señor de Ballantrae
El Señor de Ballantrae es una de las grandes obras de madurez de Stevenson. La comenzó a escribir en 1887 una helada noche de invierno, en un pueblecito de la frontera entre los Estados Unidos y el Canadá, y la acabó dos años más tarde en Waikiki, una soleada isla de los Mares del Sur, que tanto amó. La novela, como se recuerda en la dedicatoria, fue escrita sobre todo en el mar. Y contagiada por esta vida viajera del autor, la obra abarca diversos escenarios, paisajes, años y países. Es una novela dinámica y aventurera en la que Stevenson engarza la nostalgia por la lejana Escocia, a la que nunca más regresaría, con sus experiencias y viajes por Norteamérica. Pero El Señor de Ballantrae es también, como otras obras de su autor, una interrogación sobre las dos vertientes fundamentales del ser humano: el mal y el bien -siempre atractivo el primero, a menudo derrotado el segundo-, y sobre sus sorprendentes interrelaciones, que tan ejemplarmente había tramado con anterioridad en el Dr. Jekyll y Mr. Hyde . Es la historia de los dos hijos de Lord Durrisdeer, a los que el destino enfrentó de la cuna a la sepultura con la ceguera de lo inexplicable. Un siglo después de su publicación esta obra, como tantas otras de Stevenson, sigue formando parte de la mejor literatura: la que nunca aburre.0