Charlotte Prescott se quedó petrificada al descubrir quién era el nuevo propietario de su antiguo hogar: Rohan Costello. Rohan era el príncipe azul de Charlotte, hasta que desapareció. Poco después, ella supo que estaba embarazada de él. Rohan seguía hecho pedazos por la mujer que él pensaba que lo había traicionado, Charlotte, anteponiendo el dinero al amor. Pero, contra todo pronóstico, Rohan se había convertido en millonario. Y aún había otra sorpresa más: un pequeño niño rubio de ojos azules.