«Estas historias -dice Benson- han sido escritas con la esperanza de proporcionar algunos agradables estremecimientos al lector, de modo que, si por ventura, alguien estuviera ocupando en su lectura la media hora anterior al momento de irse a la cama, cuando la noche y la casa permanecen en silencio, tal vez podría echar alguna mirada ocasional a las esquinas y zonas oscuras de la habitación donde se encuentra, para asegurarse de que nada inusual acecha en las sombras. Porque tal es el objetivo declarado de las historias de fantasmas, que tratan con las oscuras fuerzas de lo desconocido, y a veces -y de forma harto perturbadora- hacen que éstas se manifiesten. Por esta razón, el autor desea a sus lectores unos pocos momentos de inquietud.»