El protagonista de esta novela en la que el autor mezcla de forma magistral la realidad de aquel viaje con la ficción es el samurái Shiro, quien logra trabar amistad con el duque de Medina Sidonia y llega a ganarse el apoyo del rey Felipe III y del duque de Lerma. Shiro, sabio y mesurado en cuestiones diplomáticas, sin embargo no logrará evitar enamorarse de una joven sevillana malcasada con un aristócrata de poco fiar. Esta apasionada relación le obligará a combatir no pocos peligros y los obstáculos impuestos por los prejuicios y las normas de la sociedad sevillana del siglo XVII.