Adrián y sus amigos se proponen lanzar una piedra desde un puente hacia la carretera. ¿Con qué objetivo? Lo grabarán con el móvil y lo colgarán en internet para ver la velocidad que adquiere en la red. Pero nadie se ha parado a pensar en las terribles consecuencias que puede tener su acción: un accidente, una persona al borde de la muerte... La madre de Nuria, novia de Adrián, será la víctima de su fatídica broma. Ahora ni Nuria ni nadie debe saber quiénes fueron los culpables.No es fácil enfrentarse a los propios actos, pero mucho menos escapar a sus consecuencias. La gamberrada adolescente se ha convertido en un homicidio. Y ahora Adrián debe asumir su responsabilidad.