César Vallejo, nace en 1892, Santiago del Chuco (Perú), y muere el Viernes Santo de 1938 en París, «con aguacero», como él mismo auguró. Conoció desde niño la miseria, pero a pesar de ello pudo cursar estudios universitarios. Tras diversas penurias económicas que le hicieron abandonar sus estudios, logra terminar la carrera de Letras en la Universidad Nacional de Trujillo, en 1915, con una magistral tesis sobre el romanticismo español.
Su primera obra poética, Los heraldos negros , se publicó en Lima en 1919. De claros tintes modernistas refleja una cierta influencia de Herrera y Reissig o Baudelaire, y desde luego el estilo va anticipando su poderosa obra posterior.
Tres años después, en 1922, publica Trilce , palabra inexistente e inventada por Vallejo, tras la que se oculta una de las obras cumbres de la poesía del siglo XX, tanto por su complejidad formal como por las influencias que ha ejercido posteriormente.
Vallejo está considerado unánimemente por la crítica, debido a su original estilo, su intensa temática humana y su personal forma de entender la poesía y el mundo como uno de los más grandes poetas de todos los tiempos.