William Shakespeare (1564-1616), el poeta de Stratford-on-Avon, es quizás el dramaturgo más importante de todos los tiempos. Las notas sobresalientes de su teatro son: su magistral dominio de la técnica teatral, la fuerza de sus personajes y una probada objetividad, desligada de todo sentimentalismo. El rey Lear (1606) es una de las obras dramáticas más populares de Shakespeare. El argumento es complejo: el rey Lear ya anciano, delega la corona en sus hijas -Goneril y Regan, verdaderos prototipos de maldad femenina- y yernos, entre quienes divide su reino. A partir de ese momento la historia se precipita, con la delegación del rey, hasta desembocar en un trágico e inesperado final.