Esta es la única novela escrita por Oscar Wilde, el gran dramaturgo y poeta irlandés. Apareció en forma de fascículos a mediados de 1890, pero el autor la revisó y publicó completa en 1891. En ella recrea el mito de Fausto al mostrar la decadencia de un hombre que, a cambio de la eterna juventud, entrega su alma. A través de la historia, Oscar Wilde trata temas universales: la eterna juventud, el narcisismo, la vanidad, la enajenación y la locura. Los críticos de su tiempo acusaron al autor de inmoral y fue ferozmente atacado desde sectores puritanos y conservadores, pese a cautivar al gran público por su perfección como retratista.