Febrero de 1141. Continúa la guerra civil. En la batalla de Lincoln es hecho prisionero, junto al rey Esteban, el gobernador de Shropshire, jefe directo de Hugo Berengario. Se acuerda un intercambio: el gobernador por un joven señor galés, capturado durante un ataque a un convento de monjas. Pero justo antes de que se produzca, uno de los prisioneros muere. Fray Cadfael sospecha que no se trata de una muerte natural y, como no podía ser de otro modo, recae sobre él la obligación de demostrarlo y de encontrar al asesino.