A esa intención de socavar el tablado escénico para que afloren las pasiones más escondidas responde el drama que el lector tiene en sus manos: El público, un texto anticonvencional, heterodoxo, maldito, el canto a una nueva comprensión no sólo de la escena sino también de la sociedad. El público habla del amor en su dimensión más abstracta y universal, aunque no cabe duda de que la singularidad de su texto depende, en buena parte, de la importancia que la temática homosexual cobra en este drama.