Nicolás Maquiavelo (1469-1527), nació en el seno de una familia de rancio abolengo de la bella República de Florencia. Fue embajador y diplomático, pero como escritor alcanza la fama universal, legándonos un vocablo nuevo en casi todas las lenguas del mundo: maquiavelismo. Su obra máxima, El Príncipe, podría resumirse argumentando que, en su comentario de Tito Livio, Maquiavelo describe el Estado como debería ser, según su concepción del mismo, mientras que El Príncipe nos muestra como es gobernado en época de crisis y decadencia. Se incluyen unos comentarios de Napoleón Bonaparte, según notas manuscritas realizadas por el Gran Corso, y encontradas entre sus papeles.