El proceso de profesionalización de la enfermería en España ha sido largo, complejo y con características particulares con respecto a otros países europeos. La genealogía de la profesión enfermera española actual es la síntesis de tres ocupaciones distintas: dos eminentemente femeninas (matrona y enfermera) y otra masculina (practicante), con formaciones similares pero con roles, ámbitos de asistencia y estatus social diferentes. Esto hecho acentúa sus particularidades históricas y su camino hacia la profesionalización. En general, para los historiadores de la enfermería, el estudio de la figura del practicante ha sido un foco de interés relativo, aun siendo clave para comprender y tener una visión global de este complejo proceso. Este libro ofrece un análisis de la profesionalización enfermera desde su genealogía masculina a través del estudio de este sanitario en Zaragoza a partir de su creación en 1857 y hasta el comienzo de la Guerra Civil. A lo largo de sus páginas se aportan claves interpretativas para el análisis y estudio de la enfermería mixta en la España del siglo XX, y se confirma que Zaragoza representaba uno de los núcleos profesionales más significativos del practicante, pionero en muchos aspectos, por lo que su investigación en este contexto puede generar un modelo de profesionalización extrapolable a otros contextos nacionales o, al menos, a aquellos que dispusieran de una facultad de medicina.