Kaldor examina los vínculos entre los derechos humanos y la actuación de las fuerzas de seguridad, así como la cuestionable validez de nociones como «daño colateral». Discute asimismo las razones que pueden esgrimirse para que un ejército intervenga en un país extranjero y el polémico papel que a veces ostenta Naciones Unidas. En un mundo marcado por una creciente inestabilidad política y económica, la autora defiende la necesidad de un debate público entre los distintos grupos de la sociedad civil para la creación de consenso y de estrategias comunes de desarrollo.