La industria textil catalana del último tercio del siglo XIX se encontraba en plena transformación. Por un lado, tuvo lugar un rápido cambio en la ubicación geográfica de las actividades fabriles del sector algodonero. Por otro lado, la renovación tecnológica de las fábricas y centros de producción. La combinación de estos dos procesos, modificará sustancialmente toda la organización del trabajo de la industria textil catalana.