El petróleo y el gas natural seguirán aportando la mayor parte del consumo mundial de energía primaria en las próximas décadas. Ese consumo se concentra principalmente en Estados Unidos, la Unión Europea y Asia oriental-meridional. Sin embargo, las reservas probadas de petróleo y de gas se localizan en su inmensa mayoría en Oriente Medio, Rusia, Asia central, África y América Latina. Este libro explica detalladamente las razones por las que los grandes países consumidores dependerán cada vez más de las regiones productoras para abastecerse de unos recursos energéticos que son vitales para sus economías y sus formas de organización social. Además, se analizan las causas que determinan la espectacular escalada de precios registrada en el mercado del petróleo durante los últimos años. En el centro del análisis se sitúa la geoestrategia mundial, esto es, la encrucijada en la que convergen las estrategias de los grandes países, las rivalidades por el acceso a los recursos y la pugna de múltiples actores relevantes (gobiernos, compañías petroleras, intermediarios comerciales y agentes financieros) por lograr sus objetivos.