Llamada también La condesa de Belflor, es un ejemplo de comedia de enredo y costumbres, escrita hacia 1618. Diana, la condesa, está enamorada de su secretario Teodoro, que ama a Marcela, aunque está dispuesto a prestar oídos a su señora. Pero Diana se encuentra en un dilema: ni quiere casarse con él porque no pertenece a su clase, ni le da el consentimiento para que se case con Marcela. Sin embargo, cuando se entera de que Teodoro puede ser descendiente del conde Ludovico, acaban sus dudas.