Esta obra revisa una de las variables más influyentes del periodismo radiofónico mexicano. Y lo hace mediante el registro de datos, cifras y circunstancias de varios temas relevantes para el país sobre los que se ha erigido un sistema de creencias que no apela a la verificación de los hechos. Por ello este libro es, ante todo, una invitación al análisis y al intercambio enterado.
Vistos en conjunto, los medios de comunicación son un espejo de la realidad, con todos sus matices, relieves e intereses y hasta con las distorsiones y omisiones que son inherentes al trabajo de informar, porque esto trata de una actividad subjetiva al fin y al cabo.
Sin embargo, en el resguardo que tiene para la democracia el mosaico heterogéneo y plural del registro de las noticias y las opiniones que suscitan, siempre tendrá importancia estudiar los contenidos de los propios medios, entre otras razones para mejorar el intercambio público del rejuego democrático.
Entonces la calidad informativa es un imperativo ético y profesional en los medios, más aún cuando estos dejan de reflejar lo que ocurre para simular realidades inexistentes, que es a lo que llamamos ficción: un mundo imaginario que, sin embargo, modela y modula creencias y estados de ánimo, crispación política incluso.