Mayo de 1141. La guerra civil ha dejado tras de sí un legado de violencia. Pero, a pesar de esos tiempos tempestuosos, llegan peregrinos desde muy lejos para celebrar el cuarto aniversario del traslado de las reliquias de santa Winifreda a la abadía benedictina de Shrewsbury. En la lejana Winchester, un caballero, partidario de la emperatriz Matilde y querido amigo de fray Cadfael, ha sido asesinado; un hecho sin aparente relación con los que buscan curaciones milagrosas por mediación de la santa. Sin embargo, algunos extraños personajes de la muchedumbre llaman la atención de Cadfael. Quizá el asesino se encuentra entre los desamparados.