Considerado históricamente como un espacio de tránsito entre el valle del Guadalquivir y la altiplanicie castellano-manchega, el Parque Natural de la Sierra de Andújar constituye uno de los espacios naturales de mayor singularidad de Andalucía. La temprana privatización del interfluvio Jándula-Yeguas, sobre el que se asienta, unida a su precoz vocación cinegética y al inteligente manejo de los recursos naturales por parte del hombre, contribuyeron decisivamente a la conservación de los ecosistemas y paisajes mediterráneos, que aquí pueden contemplarse en toda su plenitud.