Hace 150 años, en el corazón de la América del Sur, cuatro países lucharon una sangrienta guerra fratricida. Un conflicto que enfrentó a paraguayos con argentinos, brasileños y uruguayos. El resultado de la batalla de Curupaytí, acaecida en setiembre de 1866, encendió la mecha del descontento popular y permitió que en Mendoza estallara una revolución agitada por antiguos coroneles federales. En pocos días aquel movimiento sedicioso ardió como la pólvora y se expandió a las provincias limítrofes amenazando con llegar incluso a la capital de la nación. Es en este contexto donde se desarrolla la historia del teniente Rosales, un oficial de la Guardia Nacional de Buenos Aires que ansía regresar con premura a la capital argentina para reencontrarse con su amada y así descubrir el velo de un misterio que la mantiene a ella en un inexplicable y enigmático silencio.