Joe Allston es un agente literario jubilado que vive retirado en California junto a su mujer, Ruth; sin antepasados ni descendientes (sus padres y su único hijo murieron hace tiempo), se siente como un espectador que asiste al final de su vida. La llegada de la postal de una vieja amiga le obliga a volver sobre los diarios que escribió veinte años atrás cuando, durante unos meses, viajó con su mujer por Dinamarca para conocer el país del que era originaria su familia. Ruth convence a su marido para que cada noche le lea un fragmento de esos diarios, y así van reviviendo lo sucedido durante aquel viaje, en especial la relación del matrimonio con la misteriosa aristócrata danesa Astrid Wredel-Krarup, que fue su anfitriona en Copenhague. El recuerdo de esa época despierta en ellos sentimientos y preguntas largamente postergados y les lleva a reflexionar sobre aspectos trascendentales de sus vidas.
Al igual que en novelas anteriores, Stegner consigue retratar con precisión la multiplicidad de sensaciones y sentimientos que se agolpan en la madurez. El pájaro espectador mereció el National Book Award en 1977.