Obligado por su honor y el amor que tenía a su país, Adam Sinclair no dudó un momento en ayudar a la princesa Isabel Stanbury a poner en práctica su inteligente plan para rescatar a su padre, el rey Michael. Con lo que no había contado era con los sentimientos que volverían a surgir al estar al lado de la única mujer a la que realmente había amado en su vida... Tampoco se le había ocurrido que le iba a resultar tan agradable fingir que eran un matrimonio. Adam era consciente de que el país dependía de que él fuera capaz de rescatar al amado Rey, pero, ¿sería capaz de ir contra los mandatos de su corazón?