Tras cuatro siglos de divorcio entre la ciencia y lo que se refiere a valores y significados, este libro que abre nuevos horizontes presenta una idea explosiva, de las que pueden cambiar la vida: si el mundo se pusiese de acuerdo en un relato de la creación compartido por todos y basado en la cosmología y la biología modernas --y de un relato así disponemos desde hace poco--, se redefinirían nuestras relaciones con el planeta Tierra y se beneficiaría toda la humanidad, ahora y en el futuro distante.
Este libro, escrito en una prosa elocuente y accesible, con ilustraciones en magnífico color a lo largo de toda la obra, entre las que se incluyen imágenes extraídas de simulaciones por superordenador de la evolución del universo, le da vida al nuevo cuadro del universo. Interpreta el significado, para nosotros y nuestros descendientes, de nuestro lugar en el cosmos como seres humanos. Ofrece ideas singulares sobre el uso de estos nuevos conocimientos con el fin de encontrar soluciones a problemas globales que parecen inabordables, como el cambio climático y el crecimiento insostenible. Y explica por qué tenemos que "pensar cósmicamente y actuar globalmente" si queremos tener a largo plazo un futuro próspero en la Tierra.