Traducción del árabe de Pablo García Suárez
Desde la mirada de un joven nubio, que se enfrenta al reasentamiento de su pueblo con esperanzas de progreso, El nubio nos sumerge en el modo de vida, las costumbres y las tradiciones de la provincia egipcia de Nubia, frontera sur con el Sudán. Los sentimientos de destierro de los mayores, originados por el éxodo forzado a raíz de la construcción de la Presa de Asuán, y la llegada de un forastero cambian radicalmente la imagen que el joven nubio tiene de sí mismo y de su pueblo, una identidad que estaba a punto de ser tragada por el Nilo.
Nubia, antes de la presa de Asuán, era una zona sin civilizar porque era una zona aislada, olvidada que vivía en la Edad Media y los niños de la escuela aspiraban a ir a Asuán, a El Cairo, soñaban con un futuro prometedor y las chicas, unas adolescentes cansadas de llevar todo el peso: acarrear el agua desde el lejano río en el verano, amasar, cocer el pan en hornos que parecían el infierno, mientras soñaban con agua de grifo y con el pan ya preparado. Después llegó la presa de Asuán y su traslado a Comombo como una salvación para las nuevas generaciones de ambos sexos, mientras que la vieja guardia de aquellos mayores que juegan con debilidad a las damas, que rinden culto al antiguo lugar y que viven con las ilusiones del pasado, no tienen ningún futuro porque están a las puertas de la separación. y para ellos la emigración supondría un golpe muy duro.
Los personajes de Idris Ali son personajes activos, que luchan por la libertad, desde la libertad de movimientos a la libertad política, hacia la liberación de la sociedad patriarcal que cerca al individuo.
Esta novela, llena de sentimiento y amor hacia la tierra y la cultura propia, describe un Egipto compuesto de diferentes culturas y pueblos, un mosaico que no presenta una sola textura.
Idris Ali, escritor nubio perteneciente a la generación que ha vivido la inmersión de Nubia tras la construcción de la Presa de Asuán, al sur de Egipto. Tras una primera etapa jalonada de dificultades y desplazamientos, y con casi dos décadas dedicado al periodismo, en 1985 debuta en la literatura con Los excluidos. En 1993 se consagró con Dongola, considerada la mejor novela extranjera en lengua inglesa y galardonada con el Premio de Traducción de la Universidad de Arkansas (1997). Otros títulos que reflejan su búsqueda permanente de la identidad del pueblo nubio son Uno contra todos, Jugar en los montes de Nubia o Bajo el umbral de la pobreza. En la actualidad reside en El Cairo.