Nina Borg, una enfermera entregada y con una gran conciencia social, ve cómo la estabilidad de su vida se tambalea cuando recibe la llamada de Karin, una amiga también enfermera que le pide un favor aparentemente sin complicaciones: que vaya a recoger una maleta en la estación de trenes de Copenhague. Su sorpresa es mayúscula cuando, al abrir la maleta, descubre que contiene... un niño.Al mismo tiempo, en Lituania, el pequeño Miklas ha sido secuestrado. Su madre, Sigita, se despierta en un hospital con claros síntomas de intoxicación etilíca. Ella no recuerda haber bebido, pero la policía no le cree. Ante la insistencia de Sigita y el descubrimiento de pruebas que respaldan su versión, las autoridades lituanas no tendrán más remedio que tomarse muy en serio su denuncia. Por otro lado, Nina se ve muy pronto atrapada por una peligrosa red criminal que pone en peligro su propia vida.
«Destacamos esta historia porque es más auténtica y más conmovedora que otras del género y porque -tanto en la forma concisa, descriptiva y austera del relato como en la protagonista, Nina, que es un personaje normal, imperfecto y muy creíble- se nota muchísimo el origen literario de las autoras.» Mía