En El naranjo se reúnen mis más inmediatos placeres sensuales -miro, toco, pelo, muerdo, trago- pero también la sensación más antigua: mi madre, las nodrizas, las tetas, la esfera, el mundo, el huevo.
-Carlos Fuentes-
En El naranjo, Carlos Fuentes juega con diversos mitos -el conquistador conquistado, la atemporalidad de la historia- y recorre las obsesiones típicas de su literatura.
El árbol del naranjo, así, no sólo es el hilo conductor de los cinco relatos o novelas breves que conforman este volumen, sino una síntesis de la obra de Fuentes y el libro con el que se cierra el ciclo narrativo "La edad del tiempo".
Cinco relatos donde Martín II, hijo de Cortés con Malinche, intercambia juicios sobre su padre y su madre con su hermano Martín I; Polibio de Megalópolis reflexiona sobre Escipión Emiliano; un galán de Hollywood, visita un prostíbulo de enanas en Acapulco; y un marinero genovés cuenta mentiras sobre el Nuevo Mundo. Caen los templos, las insignias, los trofeos. Caen los mismísimos dioses. Y con sus restos humeantes se reinventa el orden mientras las semillas de un árbol emblemático vuelven a cruzar el mar.