Siempre he creído que hay personas que son «hogar», personas que te hacen sentir como en casa, protegido y con ganas de echar raíces o la llave por dentro. En este libro cuento lo que pocos te dicen: qué ocurre después de las perdices y de los finales felices cuando de verdad finalizan y se echa el telón.
Bienvenidos a mi cuaderno de bitácora, a mi galería de muchitantos fracasos y dos triunfos, a mi trayecto por corazones intransitables, puertos de pestaña y de palabras con demasiado acantilado mal señalizado.
Bienvenido/a a mi mundo.