Con los Juegos de Atlanta, Olympia vio cómo se hacía realidad el primero de sus sueños, el de ser una deportista olímpica. Ahora ella y las chicas deben empezar a caminar hacia el siguiente objetivo.
Pero algo ha cambiado: la relación con Mario, los líos dentro y fuera del equipo e incluso ella misma. Todos a su alrededor empiezan a decir que ha dado el estirón y que está distinta. Pero ¿qué significa eso para una gimnasta? ¿Qué puede hacer, si ella preferiría seguir siendo la de siempre?