Me llamo Guille y el día en que empezaron las vacaciones de verano, me llevé dos sorpresas: me topé con un misterioso dedal, que añadí a mi colección de objetos perdidos, y mis padres me anunciaron que ya no iban a seguir viviendo juntos. ¿Cómo iba a ser todo a partir de entonces? ¿Y qué ocurriría si no solucionaba el enigma del dedal? Menos mal que mis amigos estuvieron ahí para echarme una mano...