Es normal que los padres piensen que su hijo es único. Puede que incluso sea necesario que lo hagan. Pero a esa tendencia natural suele acompañar una preocupación obsesiva por la salud del pequeño y la creencia irracional de que lo que le sucede a un bebé siempre es grave y debe tratarse.
Afortunadamente, los médicos tratan cada día a docenas de esos niños que para sus padres son únicos. Y saben que lo que a una madre recelosa le parece un cólico dramático no es más que una diarrea del montón. Pero? ¿cómo decírselo? ¿Cómo explicar que los mocos son buenos? ¿Que no todas las fiebres deben tratarse con medicación? ¿Que no todos los chichones requieren de una visita a urgencias?
Jesús Martínez ha encontrado la manera: informar con mucho humor y con mucho sentido común. En este libro repasa las inquietudes más frecuentes de los padres y las trata según convenga: con un tirón de orejas cariñoso e hilarante cuando son infundadas, y con información cuando así se precisa.
El médico de mi hijo aboga por devolver el control a los progenitores, formarlos, convertirlos en unos padres sabios, sensatos, que conozcan bien a su hijo y sepan darle en cada momento lo mejor. Y tú, ¿te atreves a ser un padre sabio?