Forajidos crediticios, mercachifles robotizados, chantajistas creativos, chicas cuyo atractivo está en el precio, playboys cuya demanda está en la oferta, pacifistas enardecidos, dictadores beatleanos, árboles bolcheviques y guajolotes fundamentalistas: tal es la fauna regular de este libro cuyos capítulos -fábulas retorcidas, parábolas con cuernos- desarman sistemáticamente nuestra incredulidad, a través de un lenguaje en esteroides plagado de un sentido del sarcasmo que al propio tiempo duele y gratifica: humor negro en su tinta, por el autor de Diablo Guardián.