Argumento de El Marqués del Vino
En el convulso siglo XIX español, donde la violencia es una constante en la vida cotidiana de los habitantes de la Península Ibérica: guerras, pronunciamientos, asaltos, ejecuciones, asesinatos y el clasismo marca la posición que debe ocupar cada uno en la pirámide social, se abre paso un hombre decidido a romper con la tradición, la rutina y los intereses del Antiguo Régimen: D. Camilo Hurtado de Amezaga.
Educado en Francia, librepensador, escritor y negociante D. Camilo regresa a España con dos propósitos: desenmascarar a los conspiradores que obligaron a su padre a exiliarse en el país vecino y relanzar los negocios de su progenitor. En este afán coincidirá con Jean Pineau, excepcional vinatero bordelés, junto al cual elevará los viñedos riojanos a la altura de los grandes caldos franceses.
Intrigas, odios y venganzas se suceden ininterrumpidamente a lo largo de la novela, teniendo como telón de fondo el entramado de la revolución burguesa española y como hilo conductor un producto cuyos cambios en la elaboración y comercialización, irán parejos a los que se están gestando en la sociedad, la economía y la política decimonónicos, el vino.
Con esta obra, el autor nos introduce en un mundo de pasiones irreductibles y conflictos imparables, envuelto en la atmósfera vibrante de una ambición conmovedora y saludable: levantar el país revolucionando sus entrañas.1