Argumento de El Manual de Verónica
Se trata de un libro muy especial. Una narración repleta de alegorías entrelazadas con algunos tesoros ocultos; con carreteras, señales y coches. Muchos coches...; todoterrenos, en particular. Por algún motivo, todas ellas estarán muy presentes en nuestras vidas. Y paradójicamente, cada uno de los secretos que guardan en su interior, será fundamental para encontrar la llave de una morada única situada en la cima de una montaña. Con ella se podrán abrir las puertas de un jardín muy singular...
Pero, ante todo, se trata de una historia de Amor y Temor. La historia de una princesa y un caballero, al encuentro del Cáliz y la Espada... que, sin saberlo, siempre custodiaron.
En definitiva, un libro lleno de frescura orientado a los amantes de la sabiduría, del entendimiento o del crecimiento personal que dará la conciencia más plena, expuesto desde un punto de vista integrador, donde todas las visiones personales tendrán que servir para sumar, con la práctica de la inteligencia emocional propuesta, durante el proceloso intento de búsqueda de la felicidad y la inocencia perdida. Pues ese será el gran reto del ser humano en su devenir terrenal: percibir la belleza de su vivencia con el único punto de vista que le evite confrontar su verdad con el de la persistente realidad proyectada por su Paraíso. El que le dará la verdadera dimensión de su insuficiencia humana en la realización de tres deseos. Una montaña, cuyo camino repleto de vicisitudes se tendrá que ascender con un... todoterreno.
Si no hay suerte, siempre se podrá repetir el deseo, pero el tiempo cada vez será menor...1