Nanjiang, un remoto pueblo de pescadores al sur de China, pasa en un breve lapso de tiempo de tener una sola calle asfaltada a convertirse en una urbe moderna y en constante desarrollo. La ciudad, convertida en personaje y reflejo de la evolución de sus habitantes, influye de manera decisiva en sus vidas y las cambia mucho más de lo que ellos mismos pueden imaginar.
"El manglar", metáfora de los bosques pantanosos que propician el surgimiento en su seno de fauna y flora diversa, supone una brillante interpretación de la China moderna y un excelente retrato del torbellino de la modernización en el que se ven envueltos sus ciudadanos.