El lugar más feliz del mundo es como el dictador de Corea del Norte describe la más brutal y despótica tiranía de nuestro tiempo. También es una de las paradas del corresponsal de El Mundo en un viaje que le lleva a adentrarse en la prisión camboyana donde cumplen condena los pederastas más peligrosos, ser testigo de la llegada de la televisión al reino de Bután, acompañar a un grupo de mafiosos yakuza en su intento de abandonar el hampa o permanecer en la desierta ciudad de Fukushima tras el accidente nuclear que mantuvo al mundo en vilo.
Y es a menudo en mitad de la oscuridad, en lugares tomados por la desesperanza, donde el autor encuentra a los personajes más fascinantes, las situaciones más humanas y los actos de coraje capaces de hacernos creer en un mundo mejor.
Ensalzado como el Kapuscinski español, David Jiménez reúne en este libro el manual definitivo sobre el periodismo de reportajes, una excepcional radiografía sobre la condición humana y un recorrido vital de 15 años en busca de un destino que a menudo está más cerca de lo que pensamos: El lugar más feliz del mundo.