El autor de Yo maté a Adolf Hitler muestra su lado más juguetón en un popurrí de elementos de la cultura popular entremezclados con todo tipo de géneros, en el que están presentes desde el célebre luchador mexicano, Santo, el ascenso y caída de Chet Baker contado en 6 páginas, hasta una personalísima versión sobre las teorías de la conspiración del asesinato de Kennedy, pasando por el álbum Moondance, de Van Morrison, convertido en una historia de terror.